Es una de las joyas arquitectónicas del modernismo, su construcción se inició en 1882, ideada y dirigida por el famoso arquitecto catalán Antoni Gaudí. Se trata de una Basílica católica de estilo naturalista, en cuyo interior todos los elementos fluyen en completa armonía y simulan un bosque que cambia de aspecto dependiendo de la luz que entra en su interior a lo largo del día. En el exterior destacan las torres que siguen en construcción permanente y que una vez terminadas llegarán hasta los 172 metros. La Sagrada Familia es la segunda iglesia más visitada del mundo después de San Pedro en el Vaticano y el monumento más visitado de España junto a la Alhambra, por lo que te recomendamos reservar tu ticket online antes de ir y verificar los horarios en su web.
Es el núcleo más antiguo de la ciudad y su centro histórico constituye el mayor tesoro de edificios góticos de toda Europa. Esta zona de la ciudad que concentra los restos de la ciudad romana de Barcino, pasó después a ser conocida como “barrio de la Catedral» y actualmente como Barrio Gótico. En él se encuentran la Plaza Real, rodeada de fachadas neoclásicas del siglo XIX, la Plaza de Sant Jaume, la Catedral de Barcelona, el Puente del Obispo o pasear por todas las callejuelas medievales. También se puede comer o conseguir un buen recuerdo de Barcelona, ya que, está lleno de bares, restaurantes y tiendas de souvenirs. Muchas de las calles del Gótico son peatonales y, por lo tanto, no se permite la circulación de vehículos. Deberás estacionar tu moto en los alrededores y acceder a pie.
Es uno de los parques más bonitos del mundo y otro de los lugares imprescindibles para disfrutar de la ciudad de Barcelona. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984. Este enorme parque fue diseñado por Antoni Gaudí e inspirado en las formas onduladas de la naturaleza. Una de las zonas más bonitas y conocidas por los visitantes es justamente la llamada Plaza de la Naturaleza, que tiene en uno de los laterales un banco ondulado lleno de preciosos mosaicos y unas vistas increíbles sobre la ciudad, una panorámica obligada del lugar. Otro rincón muy conocido es la Escalinata del Dragón, en la entrada del parque. Hace unos años se restringió el acceso, solo se permite la entrada cada media hora a un cupo de 400 personas. Lo recomendable es reservar la entrada con antelación.
Es uno de los mejores miradores desde el que se puede observar toda la ciudad desde arriba, asentado en la cima del Turó de la Rovira en el barrio del Carmel con una altura de 262 metros. En este sitio encontramos los restos de una batería antiaérea de la Guerra Civil Española, donde posteriormente se estableció uno de los últimos barrios de barracas que acogían a los migrantes. A pesar de ser conocidos popularmente como Búnkeres, nunca ha habido ningún búnker en la cima, solo la batería antiaérea y sus instalaciones. Acceder con la moto es una muy buena opción ya que es fácil de aparcar, pero vayas como vayas, es inevitable caminar un poco para disfrutar de estas espectaculares vistas.
Esta playa es la más antigua y famosa de la ciudad con una longitud de 422 metros, fue remodelada justo antes de los Juegos Olímpicos de 1992. Se encuentra en el barrio de la Barceloneta, distrito de Ciutat Vella, junto con la playa de San Sebastián y la playa de la Victoria. En Barcelona es posible comer pescado y marisco fresco en alguno de los restaurantes y tabernas de La Barceloneta, otro de los barrios míticos de esta ciudad. Después de dar un paseo cerca del mar se puede coger la Ronda Litoral y recorrer el resto de playas de que dispone Barcelona hacia el norte.
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