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time to ride
El modelo de “Ciudad 30” pone freno a la contaminación y a los accidentes en las urbes españolas. El límite de velocidad a 30 km/h en las vías urbanas de un único carril por sentido de circulación pronto cumplirá dos años desde su entrada en vigor y es un buen momento para reflexionar sobre todo lo que ha supuesto esta norma.
El 11 de noviembre de 2020 se publicó la modificación del artículo 50 del Reglamento General de Circulación (RGC) centrado en regular los límites de velocidad en ciudades. Seis meses después, el 11 de mayo de 2021, entró en vigor esta nueva regulación. Así, el límite genérico de velocidad en vías urbanas pasó a ser:
Esta medida afectó al 70% de las calles españolas cambiando su velocidad, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). Esto dio lugar, además, a que muchas se vieron limitadas a los 30 km/h dando lugar al concepto “Ciudad 30”.
La limitación de velocidad en las ciudades surge por parte de la DGT como respuesta a la petición de muchos ayuntamientos para lograr ciudades más tranquilas, sostenibles y seguras. De hecho, Bilbao implantó esta medida en 2020 convirtiéndose en la primera urbe del mundo de más de 300.000 habitantes en restringir la velocidad de todos los vehículos a un máximo 30 km/h en todas sus calles.
El principal motivo para llevar a cabo esta nueva regulación es la seguridad vial. Hay una relación directa y proporcional entre el aumento de velocidad y las probabilidades de que se produzca un accidente y la gravedad de sus consecuencias. En un atropello a 30 km/h el 90% de los accidentados sobrevive.
Las motos de Cooltra tienen un límite de velocidad de 45km/h por lo que son perfectas para ciudades 30 y reducen drásticamente los índices de siniestralidad y la lesividad ante un accidente de tráfico.
Esto también mejora la convivencia entre los vehículos con y sin motor que circulan por las ciudades. Coches, motos, bicis y patinetes eléctricos pueden circular en armonía y reducir el riesgo de los conductores más expuestos y vulnerables.
Todas las localidades españolas, sin importar la extensión o el número de habitantes que tenga, están obligadas a adoptar los nuevos límites de circulación.
Veamos cómo se ha aplicado en las ciudades en las que está presente Cooltra:
La capital empezó a aplicar el límite de velocidad 30 a finales de 2018 para, sobre todo, reducir la contaminación en el centro de la ciudad. Desde mayo de 2021, en el 90% de las calles de Madrid es obligatorio circular a 30 km/h.
Más de la mitad de las calles de la Ciudad Condal ya tenían el límite a 30 a finales de 2019. Con la nueva medida pasaron a ser el 75% del total.
El centro histórico de Valencia estaba limitado a 30 km/h desde finales de 2015 y esto se extendió en 2019 a todas las calles de un único carril o uno solo por sentido. Es decir, el 64% de las vías de la ciudad.
Hacer más seguras las ciudades es una de las prioridades de la Agenda 2030; por eso, muchas urbes europeas están siguiendo esta tendencia. En tres de las ciudades en las que está presente Cooltra (Roma, Milán y París) se han aplicado o se van a aplicar limitaciones. Veamos cada caso:
Los conductores de París se vieron obligados a pisar el freno a finales de 2021 en casi todas las calles de la ciudad. Tan solo unas pocas vías mantendrán la velocidad a 50 km/h y en el cinturón periférico se podrá circular a 70 km/h. Los objetivos son los mismos: reducir la contaminación y mejorar la seguridad vial.
En Milán se acaba de aprobar el documento que introduce el límite de velocidad en toda la ciudad, a excepción de carreteras de gran escala donde se podrá conducir a 50 km/h. La medida entrará en vigor en 2024.
El paso que ha dado Milán ha abierto el debate en Roma. La ciudad del Coliseo ha aprobado su agenda sobre movilidad sostenible y también pasará a reducir la velocidad en sus calles.
En definitiva: rebajar el límite de velocidad a 30 km/h contribuye a mejorar la seguridad de las ciudades, la calidad del aire y, en general, la calidad de vida. Además, el tráfico mejora, se hace más fluido y todos los vehículos conviven de forma más armoniosa.
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