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time to ride
Era la antigua capital de la isla y hoy es una ciudad con mucho encanto y carácter histórico. Aquí encontrarás construcciones emblemáticas como la Catedral de Menorca, el edificio gótico más importante de la isla; la Plaza Es Born, emblema de la ciudad; el Castillo de San Nicolás, la torre más moderna y elegante de Menorca; y, por último, el Museo Municipal de la Ciudadela, donde se puede admirar la riqueza histórica menorquina. Sugerimos acabar la visita a la ciudad en el puerto de la Ciudadela, un sitio emblemático y un punto de ocio y restauración muy animado.
Es la capital de la isla y una ciudad de gran riqueza histórica. En pleno centro de Mahón, en la Plaza de la Constitución, se ubica el Ayuntamiento, con su emblemático reloj del siglo XVIII. Luego, la Iglesia de Santa María, con su órgano del siglo XIX de cuatro teclados y 3120 tubos. También merece la pena hacer una parada en el Portal de San Roque (Bastió de San Roc) y ver los restos de la puerta principal de la muralla que rodeaba la ciudad. El puerto de Mahón es el más importante de Menorca y uno de los más grandes del mundo (5 kilómetros de longitud).
Está repleto de bares y restaurantes en los que probar las delicias de la gastronomía menorquina. En la propia entrada del puerto se encuentra la Fortaleza de la Mola, la principal y más importante obra de ingeniería militar de Menorca.
Es una cueva situada en un acantilado de la costa sur de la isla, en la urbanización de Cala en Porter. Se trata de una de las atracciones más visitadas de Menorca. Es un local esculpido en las cuevas de la pared de un acantilado que da al mar. Una serie de escaleras y pasadizos conectan varias salas y terrazas que ofrecen unas vistas alucinantes del mediterráneo. Ideal para llegar a la hora de la puesta de sol y disfrutar de un atardecer estupendo mientras te tomas algo.
No hace falta irse al Caribe para disfrutar de un mar de ensueño con un increíble color azul turquesa, porque Menorca cuenta con infinidad de playas y calas paradisíacas. Las más conocidas son la Playa Son Bou, la más grande de la isla; la Cala Mitjana, una cala virgen en el centro de Menorca; Cala Morell, ideal para practicar snorkel y buceo; Cala Turqueta, una de las playas más bonitas de la isla. Cala Macarella y Macarelleta, rodeadas de acantilados y pinares, son las más concurridas de la isla, pero no por ello debes dejar de visitarlas y pasar una jornada de playa inolvidable.
En la isla hay 5 faros principales y todos son dignos de ver: El faro de Artrutx, construido a mediados del siglo XIX, destaca por sus colores (tiene unas características rayas blancas y azules), y por ser un lugar ideal para tomar algo en días que no hay viento. El faro Punta Nati y el de Cavallería son conocidos por sus acantilados y las fantásticas puestas de sol en verano. También son lugares ideales para ver las estrellas por la noche. El de Favàritx se encuentra en un entorno distinto, más agreste, entre acantilados, rocas negras y un mar embravecido. En su interior hay una exposición de señales marítimas por si te interesa la náutica. El faro de l’Illa de l’Aire está en una isla y no es accesible por tierra. Se puede ver desde la playa de Punta Prima o bien visitar con una embarcación que llega hasta la isla, pasar el día allí y bucear en uno de los mejores puntos de snorkel de Menorca.
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