Es la capital de la isla y la ciudad más grande de todo el archipiélago balear. Merece la pena perderse por sus calles y visitar sus increíbles edificios históricos, desde la impresionante Catedral de Mallorca hasta el Castillo de Bellver, el Palacio de la Almudaina, sus restos romanos, las callejuelas del barrio judío, las antiguas murallas o los patios mallorquines. Puedes también recorrer el Paseo Marítimo, ver los impresionantes barcos que hay amarrados en el puerto deportivo y parar a picar algo en sus animados locales. ¡Ah! Y no te vayas sin probar una ensaimada, el pastel mallorquín por excelencia.
La Sierra de Tramontana es naturaleza, arquitectura y relax. Con una altura máxima de 1.436 metros, su geografía es completamente distinta a la del resto de la isla y está declarada Patrimonio Mundial de la Unesco. Aquí encontrarás grandes áreas boscosas y espectaculares acantilados que caen al Mar Mediterráneo, además de pueblos tan maravillosos como Bañalbufar, Valldemossa, Deià, Sóller, Fornalutx o Pollença. Si te apetece visitar alguna de sus playas, te recomendamos que visites sus impresionantes calas, como Sa Calobra, Cala Estellencs, Cala Deià o Cala Tuent.
Situadas en el pueblo de Porto Cristo (Manacor), estas cuevas son las más famosas de la isla. De hecho, son tan conocidas que prácticamente será imposible verlas sin hacer colas. La visita al interior se realiza en grupo y dura en torno a 1 hora aproximadamente, por lo que es una buena idea llevar zapatos cómodos (y que no resbalen). Las cuevas esconden en su interior un gran lago subterráneo, el Lago Martel, considerado uno de los mayores subterráneos del mundo. Si te gusta la música, esta visita te guardará una agradable sorpresa…
En Mallorca tienes cientos de playas para disfrutar de su arena blanca y aguas cristalinas, pero las hay que son más famosas que otras y no debes perderte en tu visita a la isla. Es Trenc es la playa virgen más larga de la isla con una arena fina y un mar turquesa y transparente que nada tienen que envidiar al Caribe. Es Carbó, por su parte, también tiene aires paradisíacos. Está respaldada por dunas de arena y suele estar poco concurrida. Cala Agulla es otra preciosa playa rodeada de pinos y montañas ideal para practicar deportes acuáticos. La de Port de Pollença tiene una gran oferta de restaurantes y tiendas y es una de las mejores zonas en la isla para hacer surf debido al viento.
Se trata de otro de los lugares más emblemáticos que ver en Mallorca por sus paisajes, sus miradores de vértigo, sus preciosas playas y, por supuesto, sus increíbles atardeceres. Puedes disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes desde los miradores de Es Colomer y Talaia d’Albercutx. La playa de Formentor es otro punto imprescindible de este lugar, así como Cala Figuera, una de las playas más inaccesibles y bonitas de Mallorca. Por último, no debes irte sin una visita al Faro de Formentor, un lugar inigualable para disfrutar de las vistas y de un atardecer inolvidable.
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