Las playas de arena blanca de la Bahía de Comte son una experiencia asombrosa y un clásico en los rankings de las mejores playas del mundo. Se llega a ellas por unas escaleras naturales de roca y su agua es de las más limpias y transparentes de la isla, con un azul turquesa que nos invita a darnos un buen baño sin pensarlo dos veces. Playas de Comte está constituida por pequeñas calas, que animamos a que las descubras y disfrutes. Hay muy pocas zonas de sombra, así que recomendamos llevar algo de protección. Desde aquí también se pueden ver las mejores puestas de sol de Ibiza y, seguramente, del Mediterráneo.
Ibiza tiene una raíz artística que se remonta a la década de los 60 cuando artesanos, pintores y diseñadores se establecieron en la isla para experimentar su atmósfera única, la luz y la libertad de expresión. Todo esto se refleja en este mercado con cerca de 200 paradas donde podemos comprar artículos hechos a mano como ropa, joyería, calzado o cerámica mientras disfrutamos de un aperitivo o cena. Está abierto todos los sábados del año y es, sin duda, uno de los puntos obligados para hacer tus compras en Ibiza.
Reciben el nombre de los pequeños campos de sal del sur de Ibiza. La playa de Las Salinas se encuentra en el punto más al sur de la isla. La larga curva de arena que forma la playa está envuelta por grandes pinos y dunas de arena. Su agua cristalina brilla durante los días que no hay viento radiando quietud y serenidad. Una playa que no te puedes perder.
Famosa por sus atardeceres espectaculares y por la fiesta hippie de tambores de los domingos, esta playa está situada en el nordeste de la isla. Se trata de un paraje en plena naturaleza que ofrece vistas espectaculares de la puesta de sol. Dispone de servicios como alquiler de hamacas, sombrillas y cuenta con un chiringuito y varios restaurantes con una amplia oferta gastronómica. Al caer la tarde, el extremo izquierdo de la playa se convierte en un improvisado escenario donde el espectáculo está asegurado con música y baile. Son muchos los que aseguran que esta exhibición es una de las pocas que mantiene la esencia hippie que envolvía a la Ibiza de la década de los 70.
También conocido como Dalt Vila, esta fortificación data del Siglo XVI y fue construida por Felipe II para proteger a la ciudad de los constantes ataques piratas y otomanos. En 1999 fue nombrada Patrimonio de la Humanidad. Entre sus murallas está la sede del Ayuntamiento de Ibiza, el Museo Arqueológico con la historia de la isla, el mirador y varias iglesias, como la de Santo Domingo. Aquí también podemos disfrutar de un agradable cóctel en la animada zona del puerto, así como de una jornada de compras para terminar cenando en uno de sus típicos restaurantes.
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