La movilidad compartida es el futuro de la movilidad urbana ya que consigue resolver muchos de los problemas que nos encontramos en las ciudades: atascos, accidentes, contaminación…

Así, un informe elaborado por el Oliver Wayman Forum y el Instituto de Estudios de Transporte (ITS) de la Universidad de California concluye que este modelo es el que más crecerá durante la próxima década. Según los datos recogidos, el alquiler de vehículos compartidos tendrá un crecimiento promedio del 10% anual lo que supondrá grandes beneficios para las ciudades.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer según informes publicados recientemente. A día de hoy, las principales ciudades de España todavía suspenden en movilidad compartida en comparación con las urbes europeas. Si la ciudad de Madrid tiene más de 4.000 bicicletas eléctricas compartidas en sus calles, París tiene más de 18.000.

Por ello, queremos recordar los grandes beneficios que tiene para ti y tu cuidad pasarte a la movilidad compartida. 

1. Reducción del tráfico

Los atascos, especialmente en horas punta, son un problema para los que se desplazan a menudo por las ciudades ya que provocan retrasos, pérdida de tiempo, etc. Un vehículo compartido es utilizado por varias personas a lo largo del día. Esto hace que se reduzca el número de vehículos privados, que se descongestionen las calles de tráfico y que liberemos espacio en las ciudades.

2. Menor contaminación

Los vehículos eléctricos compartidos son más eficientes y ecológicos en comparación con los automóviles tradicionales. Estos no emiten CO2 y contribuyen a mejorar la calidad del aire en la ciudad, reduciendo su impacto negativo en la salud pública y el medio ambiente.

Hay que recordar que el transporte es responsable de una gran parte de todas las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera.

3. Más espacio de estacionamiento

¿Sabías que los vehículos privados pasan el 95% del tiempo aparcados? Si utilizamos vehículos de alquiler por minutos, en lugar de tener uno propio, estaremos liberando espacio en las ciudades. De este modo, se reduce la necesidad de estacionamiento a largo plazo lo que permite destinar más áreas a espacios verdes, zonas peatonales, carriles para bicicletas u otras infraestructuras necesarias para mejorar la calidad de vida en la urbe.

4. Estímulo de la economía local

Los servicios de vehículos compartidos, especialmente aquellos operados por empresas locales, pueden tener un impacto positivo en la economía local. Estas empresas generan miles de empleos directos e indirectos en toda Europa, desde ingenieros o mecánicos hasta personal de mantenimiento y soporte técnico.

5. Beneficios económicos para los usuarios

Los modelos de movilidad compartida funcionan con el pago por uso. Por lo tanto, el usuario ya no tiene que preocuparse de todos los gastos asociados (seguro, mantenimiento, impuestos, revisiones…) que supone tener en propiedad un vehículo que se pasa mucho tiempo estacionado.

6. Impulso de los hábitos saludables entre la población

Las bicicletas eléctricas compartidas, como las que ofrece Cooltra en las ciudades de Barcelona y Turín, permiten realizar desplazamientos cortos de manera más activa y menos sedentaria. Para ello, en muchas ciudades se está apostando por la construcción de carriles bici en las principales arterias de la ciudad.   

7. Más seguridad en las ciudades

Los servicios de vehículos compartidos pueden contribuir a mejorar la seguridad en las ciudades. Al tener más personas compartiendo vehículos, se reduce la cantidad total de vehículos circulando en las calles, lo que disminuye el riesgo de accidentes de tráfico. Las motos Cooltra por ejemplo, tienen un límite de velocidad de 45 km/h.

Además, los servicios de vehículos compartidos implementan medidas de seguridad adicionales, como sistemas de seguimiento por GPS, lo que brinda mayor tranquilidad a los usuarios en términos de seguridad personal y protección en caso de incidentes.

En resumen: estos son los beneficios que los vehículos compartidos pueden aportar a las ciudades en términos de movilidad, medio ambiente, economía y calidad de vida.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la implementación adecuada y la regulación efectiva de estos servicios son fundamentales para maximizar estos beneficios y abordar posibles desafíos relacionados con la gestión del tráfico, el uso del espacio público y la equidad en el acceso a la movilidad.