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time to ride
El cambio climático es una realidad más que perceptible en nuestros días. Hay datos concretos que lo demuestran, como que la temperatura media mundial ha aumentado un 1,1º desde la época preindustrial o que la tasa de subida del nivel del mar ha ascendido a 5mm al año en el quinquenio 2014-2019. Si no reducimos drásticamente la dependencia de combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero, las consecuencias pueden ser devastadoras.
Siempre podemos encontrar un modo más sostenible y eficiente al realizar nuestros hábitos y tareas, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos podemos llevar a cabo nuestra vida bajo parámetros más ecofriendly. ¿Cómo? Te damos algunas ideas:
Quizás piensas que es muy complicado llevar una vida libre de plásticos ya que hay muchos productos que utilizan este material. Cuando vas a hacer la compra puedes observar que cada vez encontramos más productos que utilizan envases de otros componentes reciclados y reciclables, te animamos a que escojas este tipo de productos por encima de los que tienen envoltorios plásticos.
Olvídate también de las botellas de plástico, hay más alternativas como las de aluminio o cristal que te permitirán reutilizarlas y reducir el consumo de este material.
Cuando vas a comprar verduras y fruta, ¿por qué coger una bolsa de plástico pudiendo llevar una de tela reutilizable? Son estos pequeños gestos que harán que tu estilo de vida sea más respetuoso con el medioambiente.
Se entiende por productos de proximidad aquellos cuyo cultivo ha tenido lugar en un radio no mayor de 100 kilómetros entre el punto de producción y el de consumo. Cuando decidimos comprar cualquier producto debemos tener en cuenta distintas cuestiones como su procedencia o la forma en la que se ha producido. Optar por hacer la compra en nuestro barrio no sólo estará reduciendo la huella ecológica de los productos sino que además favorecerá la economía local y mejorará la situación de los productores.
Por ejemplo, comprar un plátano procedente de Costa Rica y transportado hasta España para ser consumido supone un gran impacto ambiental que sería evitable consumiendo productos de temporada y de proximidad.
El movimiento Zero Waste –cero residuos– tiene como objetivo reducir al máximo los residuos y la basura que generamos cotidianamente. De esta manera, no sólo reducimos nuestra huella, si no que además, nos permite vivir con menos elementos materiales y llevar una vida más rica en momentos y experiencias…
Reducir, reutilizar y reciclar son las tres erres más importantes de la ecología.
Antes de adquirir un nuevo producto debes pensar en si realmente lo necesitas o no. En caso afirmativo intenta que sea lo más ecofriendly posible, que haya sido producido teniendo en cuenta las necesidades del medioambiente. Si reducimos nuestro consumo, podemos reducir la generación de residuos.
Cuando creas que la vida útil del producto que has comprado ha llegado a su fin, activa tu imaginación, seguro que puedes darle una segunda vida antes de que pase a formar parte de la basura.
Es muy importante prestar atención a tu forma de moverte. El transporte es uno de los principales responsables de las emisiones de CO2 en la atmósfera y, por tanto, del calentamiento global.
Piensa en dejar el coche en el garaje y utilizar otras formas de movilidad más sostenibles y compartida.
La producción de energía a partir de fuentes convencionales tiene los días contados. Puesto que la población continuará creciendo, cubrir la demanda energética de todo el mundo sería insostenible. Así, reducir el consumo de energía ya es aportar mucho al planeta.
No siempre somos conscientes de lo peligrosos que pueden ser algunos productos que utilizamos para limpiar. Además de sus componentes, contienen sustancias tóxicas que dificultan su reciclaje.
Hay formas más ecofriendly de limpiar nuestras casas evitando este tipo de productos. Un ejemplo es la mezcla de vinagre, bicarbonato y limón.
El fenómeno “usar y tirar” también llega al mundo del tejido y esto supone un gran impacto en el medio ya que implica aumentar la producción, más recursos, más mano de obra, etc. En definitiva, una huella ecológica mayor.
Una actitud ecofriendly sería adquirir prendas sostenibles y generar menos basura textil.
El planeta en su mayoría está compuesto por agua pero tan sólo una pequeña parte de toda la extensión hídrica es apta para el consumo humano. Por este motivo, debemos aprovechar hasta la última gota de agua que utilizamos. Cerrar grifos, duchas cuando no los necesitamos o usar correctamente el lavavajillas (si tienes uno).
Los árboles son oxígeno y el oxígeno vida, por ello una buena práctica es crear espacios verdes a nuestro alrededor, desde plantar flores y/o plantas en casa. Esto reducirá la contaminación y nos proporcionará otra serie de beneficios como suavizar las temperaturas extremas.
Llevar una vida ecofriendly aporta beneficios tanto a la salud, como a la economía y al medioambiente.
Ser ecofriendly supone cambiar hábitos sencillos que puedes comenzar a incorporar desde hoy a tu vida. Con toda esta información ¿A qué estás esperando para ayudar a nuestro planeta?
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